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Pérdida Auditiva

La pérdida auditiva es un problema muy común. Más de 500 millones de personas alrededor del mundo presentan algún grado de pérdida auditiva y a medida que los niveles de ruido aumentan por doquier, ese número sigue creciendo. La exposición prolongada a intensidades altas de ruido, en el trabajo o en el hogar, se traduce en una pérdida auditiva que se hace cada vez más común en edades más tempranas.

Nuestra capacidad para oír afecta cómo nos comunicamos y conectamos con otros. Por esta razón, hay efectos sociales y emocionales que a menudo acompañan los síntomas de una pérdida auditiva.

Signos de Pérdida Auditiva

Los signos de la pérdida auditiva pueden incluir:
  • Tener la impresión de que la gente murmura.
  • Pedir a los demás que repitan lo que dicen.
  • Dificultad para seguir conversaciones cuando hay ruido de fondo o en situaciones de grupo.
  • Las voces de mujeres y niños son más difíciles de escuchar.
  • Se escucha lo que la gente habla, pero se tiene dificultad para entender las palabras.
  • El volumen del televisor o la radio está más fuerte de lo normal.
  • No se escuchan sonidos agudos como los pájaros, grillos y campanas.
  • La familia, colegas y amigos sugieren que usted puede tener un problema.
  • Usted escucha con frecuencia un silbido o zumbido en sus oídos.

Tipos de Pérdida Auditiva

Pérdida Conductiva
Todo problema en el oído externo o medio que impida que el sonido se transmita adecuadamente se conoce como pérdida auditiva conductiva, son generalmente de grado leve o moderado, oscilando entre los 25 y los 65 decibelios.

Las causas de este tipo de pérdida incluyen infecciones de oído medio, acumulación de calcio alrededor de la cadena osicular o acumulación de cerumen o líquido debido a los resfriados. Dependiendo de la causa específica del problema, se puede solucionar con medicación, cirugía, audífono o un implante de oído medio.
Pérdida Neurosensorial
Es el resultado del deterioro o ausencia de células sensoriales (células ciliadas) en la cóclea y suele ser permanente. Conocida también como “sordera del nervio”, la pérdida auditiva neurosensorial puede ser leve, moderada, severa o profunda.

Este tipo de perdida explica el 90% de los problemas auditivos en los adultos. Las causas incluyen envejecimiento, exposición repetida a ruido excesivo sin protección auditiva adecuada, enfermedades como paperas, esclerosis múltiple o enfermedad de Ménière, medicamentos ó rubeola adquirida durante el embarazo.

La pérdida auditiva neurosensorial de leve a severa se puede corregir habitualmente con un audífono o un implante de oído medio.
Pérdida Mixta:
Es la combinación de una pérdida auditiva neurosensorial y conductiva. Se produce como consecuencia de problemas tanto en el oído interno como medio.

Entre las opciones de tratamiento se encuentran la medicación, la cirugía, los audífonos o el implante de oído medio.
Pérdida Retrococlear
Un problema que tenga como consecuencia la ausencia o el deterioro del nervio auditivo puede ocasionar una pérdida auditiva retrococlear. La pérdida auditiva retrococlear suele ser profunda y permanente. Los audífonos y los implantes cocleares no son efectivos, ya que el nervio no puede transmitir la información sonora necesaria al cerebro. En muchos casos, un Implante de Tronco Cerebral puede ser una opción terapéutica.
Perdida Unilateral
La pérdida auditiva significativa o total en un oído también es referida como sordera unilateral. Puede ser causada por: enfermedad, trauma craneal, tumores, o desórdenes hereditarios. Este tipo de pérdida auditiva reduce en gran medida la conciencia sonora del peor oído de las personas y puede ser muy incapacitante.

Para este tipo de perdida existen opciones de tratamiento, como el sistema inalámbrico CROS/BiCROS que ayuda a superar las dificultades asociadas con tener audición por un sólo oído.